Posturología

La principal función es centrarse en las vías de entrada sensorial, investigar en un intento de explicar el origen del dolor, de las alteraciones vestibulares y propioceptivas y, finalmente buscar REPROGRAMAR las entradas de información y la integración sensorial.

En otras palabras más sencillas, hay que entender que en el cuerpo existen ciertas zonas en las que los mecanismos que nos ubican en el espacio o que nos permiten comunicarnos con el entorno son muy abundantes, estas vías de entrada son principalmente, el ojo, el PIE y la boca, llamados CAPTORES POSTURALES; por este motivo, cuando tenemos una piedrecita en el zapato la notamos mucho, así como cuando un trocito de comida se nos queda entre los dientes. Del mismo modo, si esa entrada de información no se hace de forma adecuada nuestro cuerpo se ve en la necesidad de ADAPTAR la postura para que la información entre lo más fácil posible y nuestro cuerpo gaste menos energía simplemente para mantenernos en pie. ¿Tiene sentido verdad?

Pues del mismo modo, es posible que, si nuestro sistema no es capaz de adaptarse de forma adecuada, o gasta demasiada energía, nuestro cuerpo comience a sufrir por el estrés que provoca en los tejidos el mantenimiento de dicha postura, y aparezcan dolencias en la espalda o en las diferentes articulaciones de forma constante.

El objetivo entonces de la posturología sería encontrar cuál o cuáles son las vías que presentan mayor alteración para realizar un tratamiento que mejore el acceso de información por dicha vía, y de esta manera conseguir, como hemos dicho antes, reprogramar nuestra postura.

Esta reprogramación la podemos conseguir con plantillas posturales ( con un grosor mínimo) o mediante terapia manual en el pie.