Realizar esta prueba puede ayudar a prevenir lesiones como los esguinces, dolores en los dedos de los pies, espolones calcáneos, fascitis plantares, tendinitis o daños por sobrecarga de una articulación.
A cada paso, los pies soportan una presión equivalente a tres veces el peso de la persona, por lo que resulta esencial caminar correctamente. Este tipo de estudio permite detectar alteraciones de la marcha que a simple vista no se observan fácilmente y es muy importante para personas que practican deporte habitualmente por el impacto constante sobre sus pies, para pacientes con dolores articulares, para mejorar la calidad de vida de las persona mayores, e incluso para pacientes diabéticos con el objeto de prevenir posibles lesiones.
El estudio biomecánico de la marcha consiste en una exploración en la que se analiza la posición de los pies en estático y en movimiento, así como el comportamiento de rodillas, cadera y columna, para identificar y tratar las causas biomecánicas que producen alteraciones.
Con los resultados del estudio, se elabora un diagnóstico para aplicar el tratamiento más adecuado, como puede ser el diseño de unas plantillas personalizadas que minimizan los defectos causados en zonas de mucha presión o donde el apoyo es excesivamente prolongado en el tiempo.
Fases para el diagnóstico y tratamiento
Este sitio Web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar su experiencia de navegación, realizar tareas de análisis y ofrecer un mejor servicio. Al pulsar el botón aceptar nos da su consentimiento a nuestra política de cookies.